lunes, 29 de octubre de 2012

EL TRUCO ATRAS DE LAS PLATICAS MOTIVACIONALES

Últimamente me han tocado un par de experiencias con diferentes personas sobre estas pláticas motivacionales que les han ayudado para reencontrarse con ellas y darse cuentas de ciertas cosas que estaban pasando por alto

Lo curioso es que en ninguno de los casos me pudieron explicar el tipo de dinámicas para lograr estos "despertares".

Y es que analizando la situación, el nexo que se genera entre el impartidor del curso y las demás personas tiende a hacer muy fuerte por las situaciones en las que se realizan estos cursos, generando reacciones más intensas.

Grupos pequeños, lugares cerrados, largas horas "confinados" durante por lo menos cinco días, son algunas de las situaciones que tienen este tipo de pláticas para lograr que la gente active sus instintos más primarios como la necesidad de pertenencia que tenemos.

Estas situaciones de "escases" genera una mayor interacción entre los participantes, logrando una mayor apertura de su verdadero yo y, guiados por el organizador, se pueden dar situaciones de mucha vulnerabilidad que desembocan en una expresión de sentimientos que difícilmente se daría en situaciones normales y menos con un grupo de extraños.

Pero es esta necesidad que tenemos de pertenencia lo que empuja a la gente a tener estas respuestas, ejemplo similares sería el síndrome de Estocolmo o nexos traumáticos en los que el cerebro prefiere generar un nexo aunque sea negativo a no tener alguno (Bowlby, 1988).

Estoy de acuerdo en la ayuda que pueden tener estas pláticas sobre la gente que toma el curso, lo que me parece poco ético es que no le adviertan a la gente por lo que en realidad los van a hacer pasar o que después no les expliquen lo que sucedió.

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