viernes, 14 de junio de 2013

SI PERO NO

Es una de las situaciones más comunes de la condición humana, por más que creamos que no es verdad.

Con mi amigo Leonel Martínez, platiqué muchas veces: ¿Por qué los equipos de futbol de todo el mundo no intentaban jugar como el Barcelona cuando ha demostrado, con campeonatos en torneos internacionales, que es la manera más eficaz de jugar futbol?

Este es un ejemplo deportivo pero ¿Qué sucede en el día a día?

¿Cuántas veces sabiendo las consecuencias negativas de un acto lo seguimos haciendo? Tal como fumar, no ejercitarnos o procrastinar.

En una empresa sucede lo mismo cuando se define un esquema de trabajo. Aun cuando los integrantes dicen estar de acuerdo y haber entendido el planteamiento, continúan trabajando de la manera en la que están habituados.

Lo más grave del tema es que la mayoría de la gente nos consideramos congruentes con nuestros actos.

El profesor Dan Ariely toca este tema a profundidad y habla del experimento del bombón, en el que le ofrece a sujetos 1 bombón en ese momento o 2 bombones si esperan un cierto tiempo, dejando el primero en frente del sujeto como tentación.

Hay gente que logra aguantar, sabiendo que 2 bombones son de mayor beneficio para ellos, pero otro tanto de sujetos, no resiste y terminan comiendo el bombón inicial.

Y una de las conclusiones del profesor es que a final de cuentas, es más fácil tomar la decisión en un estado "frío", que ya enfrentándose a la situación misma.

En un artículo anterior escribí sobre tener que pasar de investigación de mercados a experimentación de mercado (lee el artículo aquí) por esta misma problemática. Hay que mantener en mente que cambiar un esquema requiere supervisión constante y no por fallas del mismo o mala fe de la gente, sino porque simplemente no hay una conciencia de que no se está ejecutando.

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