jueves, 20 de junio de 2013

HASTA DONDE UN TERMINO ES SUBJETIVO

Muchos han de conocer el ejercicio en el que a un grupo de personas se
les pide que imaginen un perro y luego lo dibujen en un pedazo de
papel.
Al terminar, todos muestran el dibujo que han hecho a los demás y se
dan cuenta lo diferente que es la concepción de dicho animal.

Este ejercicio sirve para demostrar que aun cuando asumimos que
estamos siendo claros en pedir algo, cada persona tiene una percepción
diferente de la "misma" cosa.

Es por eso que cada vez más, se busca ser lo más claro posible y
generar sistemas en el que no haya otro camino más que la meta a la
que hay que llegar.

Las estrategias deben ser claras, medibles y concisas; es parte de la
Dirección mantenerlas así.

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