Gobierno y empresas buscan la manera en la cual ciertas cosas sean
accesibles para la gente que en condiciones normales, no podría
disfrutar.
Exposiciones, préstamo de instalaciones, clases, apoyos físicos,
créditos, etc. son ejemplos de recursos que se dan de manera gratuita
al público en general.
Pero ¿Cómo está siendo aprovechado por parte de la gente?
El INFONAVIT (dependencia gubernamental mexicana dedicada a otorgar
créditos para la vivienda) a través de los años ha aprendido que el
otorgarle el monto completo al derechohabiente, hacía que éste no se
comprometiera, por lo que la continuidad de los pagos se veían
mermados y la gente tendía a comprar casas de una manera más
irresponsable (*Comentarios de Víctor Borrás, director de la entidad
entre 2006-2012).
Sobre la misma línea, los bancos otorgan entre el 80 y el 90% de los
créditos que les solicitan para comprometer a la gente, "compartir" el
riesgo y obligar a que haya más responsabilidad sobre el monto en
cuestión.
Aprendiendo de estos ejemplos, el apoyo a la gente debe de
representarles cierto esfuerzo para que realmente sea apreciado.
Tal vez a la colonia que recicle más PET o en la que paguen todos su
luz, sea la seleccionada para tener festivales de música o torneos
deportivos.
El punto es que el compromiso sea de ambas partes para maximizar los resultados.
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