En el curso de "Guía Básica del Comportamiento Irracional", el profesor Dan Ariely presentó un ejemplo muy interesante sobre las diferentes maneras en la cuales se puede tasar el precio de un producto/servicio.
Explicó que en Coca-Cola Brasil, a alguien se le ocurrió que dependiendo cuánto calor hiciera, el precio del producto subiría de manera proporcional y viceversa, por lo que pusieron un termómetro afuera de la fábrica y una pantalla para que todos vieran la variación
En teoría, esta acción sonaba interesante considerando que la gente pagaría exactamente lo que recibía.
Sin embargo, los brasileños se sintieron ultrajados al percibir que más bien la empresa estaba abusando de ellos, por lo que empezaron a llegar un mar de quejas.
El rechazo fue tan grande que la persona a la que se le ocurrió la campaña tuvo que renunciar.
A final de cuentas la conclusión fue que era mejor tasar un precio en el que el cliente pudiera disfrutar del producto sin importar a situación a velar de que pagara lo justo.
Es mejor pagar un precio y tener acceso completo a tener a la gente midiendo los centavos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario