jueves, 25 de abril de 2013

ERRADICANDO LA VIOLENCIA EN EL FUTBOL

Afortunadamente tuve la oportunidad hace aproximadamente un año de ir a un partido de futbol en Inglaterra, un Liverpool-Wigan en el que los Reds perdieron 1-2.
Sin embargo les puedo decir que como experiencia, fue bastante mala.
Si bien pude ver un buen partido de futbol, la experiencia en el estadio  fue totalmente militar.
No me pude sentar con la gente con la que iba, está prohibido pararse en la tribuna, gritar groserías y mucho menos entrar en juego de palabras con los aficionados del equipo visitante, no se puede entrar a la zona de gradas con comida o bebidas y obviamente no hablemos de fumar o llevar algún objeto flamable.
Todo esto a raíz de la violencia que surgió en los 70´s -80´s en los que los famosos Hooligans aparecieron y comenzaron a desvirtuar este hermoso deporte.

Este comportamiento permeó a toda Europa, teniendo los países de la UEFA (Unión Europea de Futbol Asociación) que intervenir de manera tajante y  generando este tipo de estrictas reglas para poder controlar a los pseudoaficionados.

En México, el club Pachuca (en específico Andrés Fassi) fue quien introdujo las "porras" al país, mismas que han sido responsables de los actos vandálicos durante y post los juegos de la liga nacional.

Hoy, la Federación Mexicana de Futbol, en conjunto con el H Congreso de La Unión, están buscando hacer un código de estadios para poder erradicar la violencia en los mismos.

Dentro de las ideas a implementar están el generar una policía especial para la protección de los aficionados y por otro lado, hacer que los integrantes de las porras ya no tengan boletos patrocinados por las directivas de los clubes.
En artículos anteriores hablamos de que cuando a la gente le cuestan las cosas, se involucra más, se motiva y aprecia más la experiencia.
Muchos propondrían eliminar la venta de alcohol en el inmueble, sin embargo, la gente problemática tiende a ya llegar borracha o drogada al estadio puesto a que el precio de la cerveza en el mismo es alto y alcoholizarse ahí es impagable para ellos.
Definitivamente estoy de acuerdo con la Federeación Mexicana de Futbol en que cobrar los boletos a las porras, podría ayudar mucho a mejorar el comportamiento de la misma, pero creo que de manera paralela se debería de educar a la gente a que mantenga en mente que es un trabajo para los jugadores, un deporte y un espectáculo; que no por maldecir o golpear a aficionados contrincantes el club lo va a agradecer. A final de cuentas si bien la afición es importante para los equipos, se ha demostrado (en equipos como Atlante, Jaguares, San Luis, etc.) que no es imprescindible y la gente debe de entender que si bien echar porras motiva al equipo, el hacer cosas en contra de otros, los perjudica.

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