En los noventas, Blockbuster fue el líder mundial de renta de video y la principal opción para ver películas en el hogar.
Al empezar a crecer Internet, Blockbuster no vio la amenaza que implicaría poder descargar películas vía P2P (peer to peer) y que esto haría que su mercado se viera disminuido de manera estrepitosa.
Y aún cuando fue observando que la capacidad y la velocidad de transmisión de datos se iba incrementando, siguió sin cambiar su esquema de negocio.
Al día de hoy, Blockbuster está en bancarrota en lo que se refiere a renta de videos.
Por otro lado se encuentra Netflix, que está comenzando a hacer una ardua campaña para posicionarse como el nuevo proveedor de películas y series a nivel mundial a un precio muy accesible (en México la contratación del servicio es de $100 MXP (7.40 USD) además de garantizar toda su filmoteca en HD y poder ser utilizado con cualquier consola de videojuego (próximamente directo a TVs que tengan Internet).
La parte irónica de Blockbuster es que ellos eran los líderes del mercado y tenían una colección de películas y series mucho más extensa que Netflix y por querer mantenerse en una industria desahuciada, han acabado con lo que fue una gran franquicia a nivel mundial.
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