martes, 17 de abril de 2012

MORDIENDO LA MANO QUE TE DA DE COMER: EL SINDICATO

En México los tres sindicatos más fuertes son: Pemex, el de maestros y la UNAM.

El problema es como ha cambiado la función del sindicato desde que se inventó a esta época moderna. Si bien el sindicato se creó con la finalidad de proteger al trabajador contra algún abuso por parte de la empresa, los papeles han cambiado y el problema es ¿Ahora quién defiende a las empresas de los sindicatos?

Ejemplos como plazas vitalicias, pensiones hereditarias, venta de promociones laborales, solicitud de sobornos para entregar prestaciones que son parte inherente de los puestos, entre otras cosas; son algunos de los escenarios que se viven hoy en día con los grandes sindicatos.

Sin embargo, ¿Dónde se encuentra el beneficio que le dan a la empresa para exigir este tipo de beneficios?

En la mayoría de los casos, Petróleos Mexicanos, las escuelas públicas y la Universidad Nacional Autónoma de México, se ven perjudicados por el excesivo poder que puede tener un trabajador quien ni siquiera tiene una verdadera calificación para ocupar un puesto y simplemente, por el tiempo que lleva en alguna de estas instituciones y le tocaba, se encuentra ahí; además de tener la ventaja de no poder ser despedido por tener una plaza vitalicia. 

Felipe Calderón, actual presidente del país, acabó con el de Sindicato de Electricistas, que también se encontraba en el top cinco de sindicatos más grandes del país. Y si bien no ha habido un cambio significativo para los usuarios, por lo menos la institución ya no está teniendo que pagar montos que lo mantenían en bancarrota. Esperemos que en algunos años, la Comisión Federal de Electricidad pueda hacer buen uso de la nueva percepción de recursos que ahora tiene e invierta en generar el total de la energía que necesita nuestro país (porque hay empresas extranjeras dedicadas a producir energía para poder satisfacer la falta de producción por parte de esta institución).

A final de cuentas, el fin principal de una empresa es que produzca ganancias y hay que cuidar el bienestar de ambas partes. Exprimir los recursos de una institución significará matarla y si no hay empresas donde trabajar, tampoco habrá sindicatos pues morirán con ellas.




No hay comentarios:

Publicar un comentario