Dime de que presumes y te diré de que careces.
Tiempo atrás, contraté un casino de fantasía para un evento de la desarrolladora en la que trabajaba. Platicando con el dueño, me comentaba que era curioso que la gente que no sabía jugar, era la que más intensa se ponía, al grado de llegar a insultar a los crupiers o al mismo dueño.
En Universal Stereo hicieron una encuesta en la que preguntaban por qué la gente con una enfermedad mental no buscaba tratamiento.
De las diferentes respuestas, una mujer contestó la misma oración que da el título a este artículo.
Sería interesante saber cuántos libros al año lee esa persona, porque quienes son lectores asiduos, por lo general no dan ese tipo de respuestas.
Cuando realmente se realiza una actividad, se es más consciente del esfuerzo y las implicaciones que conlleava.
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