viernes, 13 de septiembre de 2013

LA MEJOR MANERA DE RECORDAR ALGO ES PRACTICANDO

Después de tener algún tiempo un piano, decidí que sería una buena
experiencia afinarlo yo mismo. Por lo general, se recomienda que sea
un experto el que haga ese trabajo, sin embargo, consideré que tenía
la capacidad auditiva para hacerlo.

El problema vino cuando quise conseguir las herramientas necesarias
para hacer la afinación, puesto a que la inversión aproximada era de
aprox. $5,000 MXP ($420 USD).

Buscando alternativas, llegué a encontrar en una empresa argentina que
ofrecía un kit de afinación, pero la inversión no cambiaba mucho.

A final de cuentas comencé a considerar, un piano se afina una vez al
año. Siendo exigentes, podría ser cada 6 meses, y prácticamente no se
le tiene que ajustar nada.

Así es que aun cuando me esmerara, tardaría varios años en poder
lograr una afinación adecuada.

La diferencia con un afinador profesional es que él hace este trabajo
por lo menos una vez al día, y por ende, en aproximadamente 3 meses,
ya ha adquirido una habilidad considerable.

Son chambitas en las que la ejecución es sencilla pero es la
experiencia la que hace que salgan bien.

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