Y específicamente me vienen a la mente los equipos deportivos.
Especialmente el Atlante de México.
La directiva azulgrana ha cambiado al equipo varias veces de sede con el pretexto de que la afición no responde y no va al estadio a ver los partidos.
El Atlante en 30 años ha jugado en los estadios Azul, Azteca, Corregidora, Neza, Azulgrana y Andrés Quintana Roo. Ha descendido dos veces de división, mismas veces que ha sido campeón.
Sin embargo cada vez que llega un jugador que demuestra calidad en el equipo, este es vendido para dejar su lugar a otro jugador que, muchas veces, no tiene el nivel ni para consolidarse en primera división.
Entonces, aun cuando se llevan al equipo a un estadio nuevo esperando que con la novedad la gente los vaya a ver, en unas cuantas temporadas más (terminando en último lugar y no jugando a nada) terminan volviendo a vaciar el estadio y la solución es volverse a mudar.
Si quieren que la gente vaya al estadio, hagan un equipo ganador, denle al aficionado un club que haga puntos y que gane sin importar las circunstancias. Así el estadio estará lleno todos los partidos y será un negocio redituable, equipo ganador = aficionados felices y emocionados = ventas de boletos y mercancía del equipo = utilidades para el dueño del equipo.
Pero mientras la situación siga igual, sólo seguiremos apoyando al equipo los pocos que somos fieles por tradición y pasando vergüenzas con la demás gente gritando ¡ARRIBA EL ATLANTE!
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