martes, 13 de mayo de 2014

MIENTRAS MÁS GRANDE LA DECISIÓN, MENOS CONCIENTE SE TOMA

Este fue uno de los temas que se tocaron en el curso de Dan Ariely.

Por naturaleza, el humano es flojo (o por lo menos, poco persistente
si lo queremos ver de otra manera) y por ende, a procesos más largos,
menor es su capacidad y resiliencia para poder llegar a la conclusión,
aun cuando éste sea para su beneficio.

Muchos organismos (tanto públicos como privados), utilizan este hecho
para generar cierta tendencia en las personas.
Trámites largos, muchas variables a considerar, varios días de espera,
etc. son ejemplos de lo que se hace para que la gente no lo logre su
cometido; al grado que hay gente que ya no escucha razones y
simplemente accede con tal de poder desafanarse de la situación.

De manera inversa, hay empresas que se dedican a ahorrarle el trabajo
para que la persona tome una decisión más fácil (como las
inmobiliarias que se dedican a hacer todos los trámites del crédito de
una persona con tal de que puedan vender una casa).

El punto es saber reconocer la situación y no terminar haciendo algo
que no se quiere.

No hay comentarios:

Publicar un comentario