miércoles, 21 de mayo de 2014

LOS PRETEXTOS SOCIALMENTE ACEPTADOS

El cerebro demuestra el potencial que tiene y trabaja de manera ardua para encontrar formas de poder evitar tareas que no le son placenteras.

Una de las maneras más fáciles es utilizando excusas que funcionan de manera general.

"Tengo mucho trabajo", "No tengo las herramientas necesarias", "No me pagan lo suficiente", "No sé cómo hacerlo", "No me lo dieron en la mano", etc. Son ejemplos cotidianos para justificar que no se hayan logrado las metas.

Sin embargo, uno de los problemas principales es que es la misma sociedad la que considera este tipo de argumentos como válidos, y en esta tolerancia reside el círculo de confort, sabiendo que no es necesario dar una explicación adicional.

Un compromiso se tiene que cumplir sin importar los factores externos, la habilidad de cada persona de lograrlo es lo que le da mayor valor.

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