lunes, 6 de mayo de 2013

¿TE HUBIERA GUSTADO NACER GRINGO?

Esta fue una pregunta que me hizo mi mujer hace unos días, muy basada
en el hecho de que desde niño tuve una educación bicultural y tengo un
acercamiento muy fuerte a la cultura estadounidense/inglesa.

Pero mi respuesta fue un rotundo ¡No!.

Una de las cosas de las que me he dado cuenta es que como
latinoamericano (específicamente mexicano), se desarrolla una
inteligencia de calle que es muy útil para salir adelante en varios
aspectos de la vida.

Esa habilidad de resolver los problemas con los elementos que haya
(por más escasos que estos sean) es (desde mi punto de vista) un don
que muy pocas culturas tienen alrededor del mundo y ofrece una ventaja
competitiva muy grande.

Aunque todo tiene su parte buena y mala.

Si bien los estadounidenses son muy metódicos y redactan instrucciones
específicas sobre los usos y prohibiciones de todo lo que hacen,
muchas veces el problema es que cuando se encuentran en una situación
fuera de la descrita, les es más difícil actuar, mientras que los
mexicanos tendemos a inferir más sobre la situación (aunque a veces
conviene más leer las instrucciones).

Además soy de la idea que para poder disfrutar todas las cosas buenas
de otra cultura, hay que ser ajeno a la misma.

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