Nuestro cerebro funciona contextualizando la información que recibe. Por ende, para interpretar datos, se basa en experiencias anteriores para resolver.
Así pues, la conceptualización de situaciones es completamente subjetiva, por lo que tiende a ser complicado ser empático con otras personas.
Entonces, esa percepción de dolor de perder algo/alguien es muy diferente para alguien que tiene ese objeto en cuestión vs la persona que nunca lo ha tenido.
Por lo que muchas veces el sentimiento de pena lo carga quien cree que la otra persona tiene una carencia, cuando ésta nunca la ha tenido.
No porque nosotros percibimos que así es la realidad, significa que sea cierto.
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