Uno de los temas muy de moda en estos tiempos es la manera en la que se manejan los datos en línea.
Se han escrito varios artículos sobre como las nuevas generaciones no van a tener privacidad y las repercusiones de este hecho; resaltando la manera en la que el mundo y la sociedad serán diferentes por este hecho.
Lo que olvidan es que cada persona acepta y entrega su información personal a las empresas de manera voluntaria.
Facebook, Twitter, Gmail, los portales bancarios, Paypal, etc. Todos tienen por escrito qué datos se están ingresando y como los pueden utilizar en su secciones de Términos de Uso. Esa ventana que se abre, que nadie lee y da click en aceptar.
Es el precio al acceso a todas estas páginas gratis.
Si no se quiere ceder información hay que estar especialmente atentos a saber cómo se va a utilizar la misma, aunque la solución absoluta, sería dejar de usar sitios que requieran registrarse.
Pero sería como dejar de usar Internet.
La decisión está en manos de cada persona.
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