Una de las cosas realmmente mágicas de los trucos, es la sencillez de los mismos.
Algo como desaparecer un objeto, adivinar una carta, atravesar alguna estructura o transformar una cosa en otra, ha sido parte del entreteniminento del hombre a tráves de su historia.
Sin embargo, todo está basado en que la gente no pueda llegar a la conclusión de cómo se logro la magia realizada.
De ahí justamente el dicho, "Un mago nunca revela sus trucos".
Porque la capacidad de asombro reside en la ignorancia y más allá de que una persona divulgue la manera en la que el mago está realizando parte de su acto, más bien nos encontramos una nueva manera de percibir el mundo, y por ende, lo que hoy es magia, mañana será un juego de dominio público, como hacer que un palo o una barita mágica parezca de hule.
Entonces, una vez dominada la manera de hacer las cosas, se vuelve cotidiano y literal se acaba la magia u se vuelve conocimiento.
En conclusión, para no ser sorprendido hay que conocer mucho.
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