El indicador más importante del desempeño de un país no es el Producto Interno Bruto, el medallero en las Olimpiadas o sus menciones a nivel mundial.
El mejor indicador es el comportamiento de sus habitantes.
Recuerdo que en el mundial de Alemania 2006, Corea del Sur ganó uno de sus partidos de fase de grupo, y toda la gente que los apoyaba, fue a festejar a la plaza principal, obviamente haciendo una fiesta magistral.
La parte impresionante fue que en los periódicos alemanes la noticia principal era de que al día siguiente los barrenderos no habían encontrado ni un solo papel tirado.
Por otro lado, el día de ayer estuve cruzando por Periférico (una de las principales vías rápidas del DF), y tardé 30 minutos en recorrer menos de un kilómetro puesto a que en el cruce de Legaria con esta avenida, se genera un caos total al todos querer cruzar al mismo tiempo.
En este punto es en el que uno se da cuenta de que nos falta crecer todavía muchísimo como sociedad.
Y la propuesta sería que las escuelas de manejo junto con una campaña gubernamental, difundan la civilidad al manejar, aunque los demás no lo hagan.
Los asiáticos ya lo aprendieron y de ahí cambiaron el título de este artículo a "Somos muchos, hay que organizarnos para que todos tengamos".
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