La pirámide de Maslow (excelente diagrama aunque no perfecto), muestra que la seguridad se encuentra en el segundo escalón, justo después de las necesidades fisiológicas como comer, respirar, dormir, etc.
Aún así, no se le presta la atención necesaria en la formación y el ambiente laboral en la mayoría de las empresas.
La seguridad es todavía parte de las necesidades de supervivencia y es básica para generar constructos como la confianza, la estabilidad y poder pasar al nivel de pertenencia; donde se desarrollan la estima, el amor, la amistad, la comunidad, y la familia.
¿No es absurdo que siendo una necesidad del segundo nivel, se espere que un empleado se ponga la camiseta de la empresa y dé su mayor esfuerzo previo a darle un contrato que asegure su relación laboral y que le de estabilidad a él y a su familia?
Históricamente, las bases de la administración de los recursos humanos han ido en contra de éste nivel, como las teorías Taylorianas y de ahí la mayoría de los administradores de la época moderna; sin embargo a través del tiempo se ha ido demostrando que a mayor estabilidad y trato de los trabajadores, mejor desempeño se obtiene.
A final de cuentas un empleado feliz es un empelado productivo.
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