miércoles, 28 de septiembre de 2011

SIENDO EL LIDER

No todas las personas pueden ser líderes y es algo comprensible, la mayoría de las veces se autodescartan dado a que no les gusta tener la responsabilidad, la presión o por miedo al rechazo del grupo a dirigir.

Sin embargo, si tomas la decisión de ser el líder en un proyecto o de algún grupo, tienes que considerar que es tu responsabilidad terminar el trabajo; bien, mal o regular, tú eres quien decide qué se va a hacer.

Y es que el problema viene cuando el líder empieza a dudar e intenta buscar entre sus subordinados la respuesta sobre preguntas de dirección.

El problema de la falta de habilidad de un líder es que es como el olor de los zorrillos, apesta y todo mundo se percata que está ahí.

Sí decides ser el líder, selo hasta el final; si te das cuenta que no puedes, cede el poder a alguien que tenga la capacidad; si no te quieres meter en problemas porque no te gustan las responsabilidades de este rol, mejor no lo tomes.

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