martes, 20 de septiembre de 2011

AUMENTANDO LA EXPECTATIVA

Parte de las curiosidades de casarse con una persona es que a través del tiempo, han estado juntos y en ciertos casos, hasta han tenido la oportunidad de vivir en un mismo lugar.

Sin embargo, el problema viene en cuanto llega el gran día y firmas el papel o sales del templo.

Los problemas maritales comienzan porque la expectativa que tienes de tu ahora esposo/esposa son mayores por el constructo que has ido generando desde temprana edad,  el cual es la base de la expectativa que tienes de tu ahora pareja formal.

Porque a final de cuentas, cuando eran novios, eran justamente eso, novios. Etiqueta de una relación más formal que amigos pero que a final de cuentas, te da la oportunidad de desafanarte de la situación en caso de que así lo desees.

El  puro hecho de haber formalizado tu relación ante la iglesia/gobierno ahora te genera una mayor expectativa sobre la misma persona que ha sido tu pareja siempre y por ende, comienza a haber insatisfacción por parte de la otra persona.

Y justo aquí es donde empeza a tener que haber muchísima comunicación para que la relación sobreviva.

Algo similar sucede cuando publicitas algo sobre tu negocio que a final de cuentas no vas a poder cumplir y la expectativa de tu consumidor cae todavía más.

El problema es que hablar con tu cliente post decepción para que te de otra oportunidad es todavía más complicado.

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