lunes, 9 de junio de 2014

ESPERANDO QUE UN NIÑO SE COMPORTE COMO ADULTO

Convivir con niños no es una tarea fácil, en especial porque su línea
de pensamiento no es igual al ya estandarizado modelo de un adulto y
por ende; se deben de encontrar maneras y ejemplos para que puedan
expresar sentimientos para los que aún no tienen palabras y saber
interpretar respuestas más allá de lo que están externando en primera
instancia.

Así pues, es una condición egoísta por parte de un adulto el esperar
una respuesta que concuerde con su lógica, y así como hay historias
fantasiosas de amor, un infante con argumentos y respuestas
estructuradas no existe.

Un mensaje a un niño, ya sea como mercado o de manera personal, tiene
que ser extremadamente cuidadoso en que realmente sea comprendido por
éste.

Es como el portugués. Se puede asumir que estamos entendiendo lo que
se dice, pero en dos oraciones nos podemos perder por completo.

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