viernes, 21 de febrero de 2014

LA AMENAZA ES MÁS PODEROSA QUE EL HECHO

Una de las peores armas que podemos tener en contra, es nuestra propia mente.

Porque conoce nuestros miedos, lo que nos duele, lo que nos cuesta trabajo, nuestras inseguridades.

Entonces, el momento en el que alguien lanza una ofensa, sin especificar lo que va a ser en concreto, nuestra mente es la que tiende a utilizar la información que tiene para crear un escenario donde dicha ofensa sería contundente.

Por lo mismo hay que tener cuidado cuando se pretende dejar a la imaginación de la gente ciertas conclusiones, la respuesta final puede no ser lo que se esperaba.

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