miércoles, 31 de diciembre de 2014

ALIMENTANDO LA POBREZA

Cuando una persona (sin importar su edad) se acerca a mí para pedirme dinero, nunca le doy por dos razones.

-Tristemente en México, limosnear es un negocio con ganancias fructíferas. Imaginen a una persona que limosnea en un semáforo. En promedio una luz roja dura un minuto aproximadamente, mismo tiempo que dura una luz verde. Si consideramos que cada 3 luces rojas, esta persona ganara $5 MXP (.3 USD), significa que en una hora, está ganando $50 MXP (3 USD). Si "trabaja" durante 8 hrs. (Cual una jornada laboral normal), ganaría $400 MXP día (30 USD), siendo al mes $12,000 MXP (900 USD). Es más de lo que gana una secretaría, un recién egresado de la universidad, y el mismo sueldo de un auxiliar técnico.

-Dada esta situación, el dar limosna fomenta a que haya más gente en las calles pidiendo dinero, misma situación que me es aberrante.

Se podría decir que es gente miserable, yo contestaría que lo miserable es que exista gente que decida vivir así. Lo miserable es que elijan limosnear a trabajar, que involucren a niños para lucrar, que mientan con tal de ganar dinero.

Si queremos ayudar a combatir a la pobreza, no hay que darles dinero, hay que darles educación.

La próxima vez, regala un libro, seguramente servirá de más.

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