Recuerdo que cuando era niño encontraba diferencias entre las modas que tenían
mis grupos diferentes de amigos. Mientras que ciertas tendencias de un grupo de amigos era considerado
"cool"; la misma moda para otros era cuestión de burla.
Pero la pregunta de fondo es ¿Por qué?
¿Por qué cuando David Beckham se cortó el pelo como indio americano impuso una
moda mientras que antes de este hecho, el traer ese peinado era considerado de
gente de una cultura rezagada? ¿Por qué ponerse una banda de plástico negra y
blanco en contra del racismo de repente fue popular a mediados de los 2000,
mientras que antes, traer pulseras como hombre era mal visto?
Estos hechos tomaron fuerza porque existió un líder de opinión que decidió
(o fue pagado) para decir que el hacer este tipo de cosas eran lo último en la
moda, y de ahí comenzó la adopción por parte del público en general.
Sin embargo, el proceso no es algo lineal, sino viral, porque para haber
logrado los alcances que tuvieron, hubo un contagio con un líder de opinión de
manera local en cada país, estado, región, ciudad, pueblo y casa.
Y a final de cuentas, la parte medular del éxito se basó en que el amigo de
alguien o la niña popular de la escuela, comenzó con este movimiento y, porque
él o ella lo hicieron, los demás comenzaron a imitar.
La propuesta experimental sería generar un campaña mercadológica scouteando
a estos líderes locales y aprovechar su influencia para lanzar al mercado un
producto y comenzar la comunicación viral desde exposición presencial hasta en
redes sociales (Facebook, Tweeter, Pinterest, etc.)
El acercamiento puede ser más directo y mucho más económico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario