He tenido ya varios encuentros con Cámaras Nacionales, solicitando asesoría
mercadológica para poder tener una mejor captación de miembros.
Y es que el problema de la mayoría de estas instituciones es que primero se
crean y luego buscan alguna razón para poder seguir existiendo, en especial
porque ya hay gente que labora ahí o porque alguien está sacando un cierto
beneficio monetario.
El espíritu original de este tipo de organizaciones es lograr beneficios
reales para los miembros que la compongan, por ende, la mejor manera de
justificarse es dando algo que en verdad genere valor para sus
integrantes.
La base de todo bien o servicio es tener una ventaja competitiva, obligar a
la gente a que haga cosas que no les interesan, sólo terminará haciendo que
todos se vayan.
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