Este fue un tema dentro de la clase que tomé en línea con profesor Dan Ariely.
Es nuestra naturaleza no poder realmente medir las probabilidades de que se de un hecho, y hay muchas personas (e instituciones) que se aprovechan de eso.
Las loterías, son uno de los ejemplos de instituciones ofreciendo montos millonarios para entusiasmar a la gente, cuando la probabilidad de que se gane es millonésima (literal).
Carlos Gutiérrez da como ejemplo en su sitio, que la probabilidad de ganar el Melate (lotería mexicana en la que hay que elegir 6 números del 1 al 56 para ganar), sería como llenar 7 canchas de futból con pelotas de ping-pong, una a lado de la otra, perfectamente alineadas y encontrar la única que diga ganador.
Lo irónico es que la gente cree que juntándose con otras personas e invirtiendo varios miles de pesos en tener muchas combinaciones, aumentan considerablemente sus probabilidades de ganar.
Cuando es cientos de veces más útil que quitaran un número de los posibles de la lotería.
Con esta información, la invitación es tener cuidado cuando se va a hacer una inversión y no se tiene perfectamente claro el escenario en el que se va a desarrollar todo. Puede sonar muy bien pero a la hora de poner las pelotas en el campo de fut, la perspectiva puede ser diferente.
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