Desde muy temprana edad nos enseñan a no creer en todo lo que nos dicen; a cuestionar la información.
El problema es que si aplicamos esta premisa como máxima, no tenemos forma de de adquirir conocimiento si no es de manera personal.
Y esto no lleva a una regresión de cientos de años.
Está bien no creer en todo, pero hay que darle un voto de confianza a los medios y seleccionar los que han demostrado ser fidedignos para poder adquirir conocimientos de una manera más eficaz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario