¿Alguna vez has llevado tu coche a un tallercito porque es más barato? ¿Haz dejado de darle mantenimiento a tu cisterna porque sale caro? O ¿Le metes refacciones usadas o de mala calidad a tus aparatos eléctricos?
Esas malas costumbres se ven reflejadas en tu persona y en tu trabajo también.
Si tuvieras un Ferrari ¿Lo llevarías a un changarro? Si tuvieras un piano ¿Dejarías que lo afinara cualquier persona?
Ya no hablemos de equipos médicos o una imprenta.
Las inversiones fuertes hay que cuidarlas y mantenerlas para que continúen siendo valiosas, el peor error es asumir que se hará sólo una única inversión que durará el resto de la vida.
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